No tendría tiempo porque me la pasaría en el esteticista, me metería en esas máquinas que me producen claustrofobia, me enchufaría los electrodos, la cámara de ozono, la punta de diamante, la uña esculpida, el drenaje linfático y cuanta cosa se inventó para mantener la belleza, todo lo cual, se comprenderá, no me dejaría tiempo para el resto de la vida.
¿Quién cuidaría a mi pequeña hija de 3 años?
¿Quién iría a mi trabajo?
¿Quién escucharía a mis hijas adolescentes?
¿Quién iría a la verdulería a comprar vegetales para mis hijas e hijastra vegetarianas?
¿Quién atendería a mis pacientes?
Y la lista sigue.
Aunque pensándolo bien, si yo fuera hermosa, algunos de los ítems de arriba lo haría alguna otra mujer, no tan hermosa claro, mientras yo gano dinero con mi belleza, haciendo campañas de publicidad por ejemplo o desfilando en Milán. Con lo cual, la cuestión del tiempo estaría resuelta.
Si yo fuera alta, llegaría a todos los estantes de las alacenas de mi cocina, y no tendría que subirme al banquito negro del cual siempre temo caerme.
No tendría que ponerme tacos para las fiestas, ni ropa que me estilice (metáfora utilizada por las petisas gorditas como yo para expresar la necesidad de disimular a veces, esto de ser petisa y gordita).
Si yo fuera alta que lindo sería mirar desde allá arriba a algunas personas que por razones de supervivencia no voy a nombrar.
Si yo fuera alta, mis hijas probablemente serían altas, y nos llamarían las lungas (como le decíamos con mi mamá a un par de clientas a las que mi papá les hacía las botas a medida). Porque, también hay que decirlo, la altura viene en general junto a la tendencia a tener pie grande o a ser un tanto Patora, como diríamos con mi hermana. Lo que me hace acordar a aquello de que no todo lo que brilla es hora, no sé si me hago entender.
Si yo fuera alta se me vería más cuando manejo yo vería la punta del auto, lo que ya comprobé, que es absolutamente innecesario.
Si yo fuera alta sería más alta que el amor de mi vida, y probablemente él que es tímido, no me hubiera ni mirado, porque no iba a soportar tener que mirar para arriba para invitarme a salir (aunque me mandó un mjito, la primera vez, así que por ahí sí tenía chance lo mismo)
Al final, son más las desventajas que las ventajas, no quiero ser alta y listo.
Ni hablar del tamaño de la cama, ni del cajón, dios me libre por ahora de tener que morirme.
Ni de encontrar pantalones adecuados, ni de que alguien alguna vez me diera el asiento en algún medio de transporte (los altos pueden agarrarse muy bien de los caños, y demás adminículos a tal fin colocados en los medios de transporte).
Si yo fuera buena.
¿Qué? ¿No soy buena acaso?
A qué se refiere este título? Buena hija? Buena madre? Buena esposa? Buena en general, buena en la cama, buena en la cocina, buena ama de casa? buena para nada?
Vamos por partes. Yo me creo bastante buena. O por lo menos trato, si a veces no me sale, si esperan más de mí, si nada los conforma, bueh, ese no es mi problema.
Lo importante es intentarlo.
Yo intento ser buena? Lo tengo como un objetivo en mi vida cotidiana? A ver…. la verdad que ahora me ponen en un brete! Eh! A quién se le ocurrió ese título? Por qué tengo que estar dando explicaciones de si soy o no buena? No basta con lo que hago todos los días Dios santo del cielo!
Además, qué decimos cuando decimos bondad? ¿A qué se refieren? Alguien, alguien, alguien que diga algo, el que sea capaz de tirar la primera piedra que dé un paso adelante, y ya que estamos, el que esté libre de pecados que cante el himno, y por qué no, que no borre nadie con el codo lo que escribió con la mano! Qué tanto! Me enojé!
Al fin y al cabo, para qué ser tan buena si a una la van a tomar de estúpida! Porque uno da todo, da la vida da, y qué hacen los demás?, se aprovechan, eso hacen. Así que para buena, tu mamá, o tu hermana o tu vecina, porque yo, yo… yo al final no sé si quiero ser tan buena.
Flaca, descarnada, huesuda, eso me gustaría ser. Tener el metabolismo acelerado, desintegrar la grasa y mandarla para otra galaxia, reírme de los carbohidratos.
Pero qué también eso requiere de mí el título?
Acaso no puedo probar bocado?
Cocinar para los demás sí, y yo, contentarme con una triste hoja de lechuga tapada con un tomate sin aceite?
Ah no! Eso sí que no. Una es como es. Qué culpa tengo yo si me parezco más a la maja desnuda que a Valeria Mazza?
Y dónde está escrito que es un deber ser flaca?!!!!!!
De todos modos, puedo hacer el ejercicio mental, mental dije, de ser flaca. Y soñar con que me entra de una el jean, con que poseo un vientre plano que se ríe de las bikinis esas que no me puedo poner, no las altas, para señora, que me pongo. Soñar con que la comida no me interesa mas que lo indispensable, que prefiero la ensalada a la pizza y los brotes de soja a los asaditos que mi amor me hace los domingos.
Pero por qué tendría que hacer semejante cosa???? A santo de qué?????? Me darían un premio, sería mejor persona??????
Para concluir entonces, podría decir, sin temor a contradecirme, o a contradecirme sin temor, que nada de lo que enuncia el título a modo de deseo imposible, como aquello de si yo fuera rico, laralaralaralaralaralara!!!!!, ni soy ni quiero ser.
Bueno, tal vez podría ser un poco más flaca, esforzarme en ser cada día más buena, lo de alta, salvo que me trepara a tacos a los que no estoy dispuesta, con zancos, no sé….hermosa… y si hiciera alguna de todas esas cosas que no hago… también por ahí estoy a tiempo. Ehhh…. Bueno, los dejo, tengo hora con la dermatóloga.
Patricia Saccomano
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