En
marzo de 1917 Leonard y Virginia compraron una pequeña
imprenta
manual. Este acontecimiento fue definitivo en sus vidas
porque
les permitió comenzar a imprimir y apasionarse en esta tarea,
que
dio lugar a la formación de The Hogarth Press, donde editarían
textos
propios, de sus amigos y de personalidades como el mismo
Sigmund
Freud, Lytton Strachey y tantos otros.
Respecto
a la tarea de imprimir Virginia escribió en una carta a
Margaret
Llewelyn Davies:
“No
podemos parar, y veo que el imprimir puede llegar a absorberte
la
vida por completo”. “Tras dos horas de trabajo en la prensa,
Leonard
exhaló un terrible suspiro y dijo: ‘Ojalá nunca hubiésemos
comprado
este maldito artefacto’. Para mi alivio, aunque no para mi
sorpresa,
añadió: ‘Porque nunca volveré a hacer ninguna otra cosa’.
No
puedes imaginarte, lo excitante, ennoblecedor y satisfactorio que
es”.