“La
preocupación de Virginia Woolf acerca del destino de las mujeres y
de
cómo
debían entenderse las relaciones entre ambos sexos surge en parte de
los
condicionamientos de la época. La niñez y la adolescencia de los
pequeños
Stephen
coincidieron con el final de una era en la cual los destinos de los
hombres
y de mujeres diferían por completo. Que ellas tuvieran que optar
entre
seguir los modelos establecidos o desobedecerlos implicaba un alto
costo
personal y social que podía tener consecuencias incluso en la
relación
entre
hermanos.No bien ingresaban en el colegio y salían de la esfera
hogareña,
los varones tomaban caminos que a las mujeres les estaban
vedados.”